A mediados del siglo pasado, y tras diversas modificaciones a lo largo de la historia, el recorrido de los Desfiles Bíblico-Pasionales de Lorca se trasladaba de forma definitiva a la avenida Juan Carlos I (entonces avenida de los Mártires). Desde entonces, la citada vía se consolidaba como el trayecto predilecto en la Ciudad del Sol a la hora de albergar desfiles de todo tipo; un hecho que, a su vez, ponía de manifiesto el papel fundamental de la calle Lope Gisbert pues, al discurrir de forma paralela a la avenida y vertebrar el casco urbano, se trata del lugar perfecto para organizar las cabalgatas de forma previa al escenario principal.
Este hecho resulta especialmente relevante en Semana Santa, cuando los diferentes pasos hacen uso de la calle para organizar sus cortejos ante los