Tras el cinematográfico robo al Louvre, quizás el museo más famosos del mundo, regresó una parte del botín que se llevaron en pocos minutos varios ladrones que vulneraron la seguridad de uno de los lugares más emblemáticos y vigilados de París, Francia .
En su huida, y tras robar varias joyas de incalculable valor histórico y patrimonial de la colección napoleónica, los delincuentes dejaron caer la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo . La pieza apareció dañada tras la huida, pero su recuperación devuelve al museo un pedazo de historia viva de la Francia imperial.
Se trata de una corona única, con ocho arcos en forma de águila de oro cincelado, rematada con un globo de diamantes y una cruz latina, que suma 1.353 diamantes y 56 esmeraldas . Cada detalle refleja el poder y l