Antonia “Toñita” Morales, la mujer menuda que durante casi una década se convirtió en el alma y la voz del barrio histórico de Duranguito, falleció el pasado viernes a los 97 años de edad, dejando una huella imborrable en la historia de la Región Paso del Norte.

Por más de 40 años, “Toñita” vivió en ese vecindario del Sur de El Paso que consideraba su hogar y su causa. Desde su pequeña vivienda, la misma que se negó a abandonar pese a presiones y amenazas, encabezó la resistencia civil que impidió la demolición del barrio para construir una arena de espectáculos y deportes promovida por el Ayuntamiento y un grupo de empresarios locales.

Su muerte generó una ola de mensajes de condolencia en redes sociales de vecinos, activistas, funcionarios y periodistas, quienes recordaron su valentía

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