El rey Juan era una gandalla. No lo sabía porque ese adjetivo no existía a principios del siglo XIII en Inglaterra. La palabra surgiría siglos después en un lugar llamado México cuyo significado, de acuerdo con el Diccionario de mexicanismos, se refiere a una persona “que se aprovecha de alguien o se apropia de lago de manera artera”.
Pero de que era gandalla, era muy gandalla.
Abusaba del poder absoluto que tenía. Aumentaba desmesuradamente los impuestos para financiar guerras que perdía. Tomaba decisiones arbitrarias que no justificaba.
Quizá donde más claro se veía su cualidad de gandul, era en la relación con sus pares de la aristocracia a los cuales trataba con crueldad con un estilo despótico. Juan ignoraba las leyes feudales tradicionales y castigaba a sus enemigos sin juicio jus