Lombard Street , en el corazón de San Francisco , es mucho más que una vía urbana. Su icónico tramo de curvas cerradas, bordeado de coloridas hortensias y con panorámicas inigualables hacia el Golden Gate Bridge y la Coit Tower , es probablemente la calle más fotografiada de la ciudad.
Lo que comenzó como una respuesta práctica a los desafíos de la topografía local, hoy atrae a cerca de dos millones de visitantes cada año, consolidando su reputación como “ la calle más sinuosa del mundo ”. Sin embargo, su historia revela una evolución tan fascinante como la propia ruta que describe.
El nacimiento de una leyenda
En sus orígenes, Lombard Street era una empinada calle de adoquines en el barrio de Russian Hill , sin mayor distinción que su pronunciada pendiente del 27%.
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