Dominique Chauveau

Ximena Sepúlveda

Vicerrectoría de Investigación y Doctorado

Universidad Andrés Bello

El Nobel de Economía Joel Mokyr nos recordó una verdad simple y poderosa: la riqueza de un país nace cuando el mundo de las ideas y el mundo de la producción aprenden a conversar. El progreso real se enciende al construir un puente firme entre el “saber por qué” de la ciencia y el “saber cómo” de la industria.

La realidad de Chile es que esa conversación es compleja. El centralismo ha creado una fractura profunda: las ideas más brillantes a menudo quedan atrapadas en la falta de capital, mientras que los problemas más urgentes existen en nuestras regiones. El conocimiento generado en los laboratorios de Santiago rara vez siente el pulso de las necesidades productivas de Antofagasta,

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