Cuando terminó la final del Mundial Sub-20 de Chile, pasaban las dos de la mañana en Marruecos, país del norte de África que se consagró campeón del torneo. Sin importar la hora, las calles de Rabat, capital de esa nación, se llenaron de ríos de personas celebrando el título que consiguieron tras vencer 2-0 al seleccionado argentino.
El doblete de Yassir Zabiri, delantero que pertenece al registro del Famalicão portugués, le dio al seleccionado marroquí su primer título mundial en todas las categorías. Por eso, la celebración fue eufórica, aunque sin licor —pues, por motivos religiosos, su consumo está prohibido en el país—. Esa fue la razón por la que los futbolistas, tras el final del duelo, festejaron entre lágrimas.
Zabiri, quien terminó como uno de los goleadores de la Copa de