Father and daughter (2000) comienza con un padre y una hija recorriendo los paisajes de Países Bajos. De pronto el paseo llega a su fin. Se separan al borde de una colina y él toma un bote que lo conduce a un destino desconocido. A partir de ese momento el filme –carente de todo diálogo– narra las diferentes etapas de la niña, que deja de ser una muchacha y se convierte en una mujer, forma una familia y alcanza la vejez, siempre añorando el reencuentro con su papá.
Con esa película de ocho minutos, ganadora del Oscar y del Bafta, el neerlandés Michaël Dudok de Wit (Abcoude, 1953) se consolidó en la órbita mundial de la animación. Uno de los espectadores más afamados y apasionados de su cortometraje fue Hayao Miyazaki. Conmovido, el legendario realizador japonés habría declarado lo siguien