Las imágenes revelan una preocupante realidad sobre la gestión de recursos públicos en el municipio de Pasto: la inoperancia de los denominados patio-talleres, construidos con cuantiosos recursos del erario nacional, y hoy totalmente abandonados. No podemos ignorar las voces que se escuchan en nuestra ciudad. —cargadas de indignación, desconcierto y frustración— evidenciando lo que podría considerarse un símbolo de la desidia administrativa y la falta de planeación técnica. Cuatro infraestructuras (Chapal, Briseño, Anganoy y Aranda), que debieron convertirse en centros de apoyo logístico para los conductores del sistema de transporte —con baños, lockers y zonas de descanso—, hoy no cumplen ninguna función. Lo que debía ser una apuesta por la seguridad, la dignidad laboral y la eficiencia
Patio talleres en Pasto, entre el fango y la desidia administrativa

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