Sanae Takaichi se convirtió ayer en la primera ministra de Japón, con lo cual por primera vez una mujer estará al frente del gobierno del país asiático.
La Cámara Baja del Parlamento japonés aprobó el nombramiento de la líder del de la formación gobernante Partido Liberal Democrático (PLD), famosa por ser una crítica de China y conservadora.
Además, será la quinta persona en liderar el país asiático en cinco años y estará al frente de un gobierno de minoría con una agenda llena, incluida una visita del presidente estadunidense, Donald Trump, la próxima semana a Tokio. La dirigente de 64 años, designada de forma inesperada por una mayoría de legisladores en la primera ronda de votación.
Prometió “fortalecer la economía japonesa y reorganizar a Japón como un país que puede ser responsable