José Jerí, presidente interino de Perú, decretó finalmente el anunciado estado de emergencia para Lima y la provincia del Callao por 30 días. La decisión se toma en un tenso clima político después de la destitución de Dina Boluarte de la presidencia y la toma de mando por quien administra hoy la República.

Con esta medida, el mandatario busca hacerle frente a la creciente criminalidad en Lima. Los efectos de la misma tienen que ver con la suspensión de derechos como la libertad de reunirse y medidas relacionadas con la reclusión de presos en las cárceles de la ciudad metropolitana.

La decisión ya había sido anunciada por Ernesto Álvarez, presidente del Consejo de Ministros del Gobierno interino de Jerí, el pasado 16 de octubre, un día después de las manifestaciones convocadas por grupos

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