Miguel Cabrera ya era una súper estrella incluso antes de saltar al béisbol profesional en una época donde no era nada común recibir casi 2 millones de dólares en bonificación.
Varias organizaciones estuvieron interesadas en el futuro miembro del Salón de la Fama. Cuando los Marlins de Florida pensaban que ya lo habían amarrado, otro equipo le ofreció medio millón de dólares más, pero al final eligió el camino inicial. Después saltó al estrellato en las menores y por eso cuando tuvo que medirse a Roger Clemens, siendo un novato de 20 años, en las oficinas de Miami sabían que él podía con eso.
«Él era probablemente el mejor prospecto del béisbol», dijo el exgerente de los peces Larry Beinfest en una conversación telefónica con El Emergente. «Estaba ganando la Triple Corona en Doble A cuan