Charles Arthur Floyd fue muchas cosas: un ladrón de bancos, un fugitivo implacable, el “enemigo público número uno” para el FBI y, sin embargo, un héroe popular para miles de granjeros que lo veían como un salvador en tiempos oscuros.

A comienzos de la década del 30, mientras la Gran Depresión desangraba a Estados Unidos , el país se sumía en una paradoja moral. Los bancos, rescatados con dinero del Estado, expulsaban sin piedad a familias enteras de sus tierras. Y en medio de ese colapso, surgieron figuras que desafiaban el orden establecido con un revólver en la mano y una aparente causa en el corazón. John Dillinger, Bonnie y Clyde, Pretty Boy Floyd : nombres que encarnaban una revancha popular contra un sistema que parecía haber olvidado a su propia gente.

Floyd, con solo tr

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