La palabra “turismofobia” , antaño vista como exageración mediática, pasó a describir de un tiempo a esta parte un clima real : primero fueron las marchas masivas y denuncias de alquileres inasumibles, luego el salto a otro tipo de presión (pistolas de agua, precintos simbólicos, intervención de terrazas) y después la extensión del malestar a territorios icónicos como Baleares, donde las protestas en plena temporada alta buscaban precisamente herir la visibilidad turística para señalar que el éxito cuantitativo había devenido en un "sinvivir".
El último caso en Valencia revela que la situación está lejos de terminarse.
Valencia como síntoma. A esta hora el vídeo se ha hecho viral. El altercado entre turistas holandeses en bicicleta y jóvenes en el casco histórico de Valencia