El término 'bar de toda la vida' no debe usarse a la ligera. Se trata de un lugar que es la vida de alguien, que ha visto crecer a un barrio, donde los padres se han hecho abuelos y los hijos, a su vez, padres. El AMblas, en Caspe, 61, Zaragoza , es la vida de Ana Blasco (64 años), quien nació en la misma parcela. Su casa ha sido la cocina activa, las pipas de vino de la bodega, el grifo de vermut y una nevera de 1965.

Trinidad Gracia y Andrés Blasco fundaron el local tras llegar a Zaragoza en los cincuenta. Empezaron con una tienda de vinos y luego montaron el bar. Andrés, por el "capricho a las botas de vino de 1898," compró el local de al lado para colocarlas, según explica Ana, su hija, en 'El País'. En esas pipas aún se envejece el vermut. Hasta los años 80, cuando se prohibió la

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