Ducharse es un hábito diario, sin embargo, tanto dermatólogos como tricólogos identificaron que si la calidad del agua que utilizamos no es buena puede comprometer seriamente la barrera cutánea, debilitar el cabello y favorecer la aparición de problemas como la dermatitis y el acné. Para muchas personas, la respuesta a estos inconvenientes es la instalación de un filtro de agua para la ducha. Pero, ¿qué tan efectivos son realmente estos dispositivos?

El consenso de los especialistas sugiere que la composición del agua potable, especialmente cuando contiene altos niveles de cloro, altera el bienestar de la piel. No solo quienes nadan en piletas todos los días tienen problemas con el cloro; el que proviene de la ducha puede ocasionar la misma resequedad en el cuerpo y el cabello. De hecho,

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