Nadie en la Junta ha ordenado destruir las placas de las mamografías, pero es cierto que, tal como han venido denunciando varias mujeres, no han estado disponibles en el sistema de información del SAS. Después de que el nuevo consejero de Salud, Antonio Sanz, calificase como "infamia" la denuncia que Amama había presentado ante la Fiscalía por estos hechos, la Junta informó que la imposibilidad de acceso se había debido a un error informático.
Se precipitó Antonio Sanz. Si algo debe hacer la Junta es hablar con Amama, porque, al fin y al cabo, es la asociación que destapó el caso de los cribados de cáncer de mama. Y cuando lo hizo fue ninguneada por la Junta. Intentar levantar un halo de sospechas sobre supuestas intenciones políticas de estas mujeres es un error mayúsculo.