La economía mexicana se encuentra en terreno resbaladizo. De acuerdo con el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) del INEGI, septiembre habría cerrado con una contracción de 0.6%, lo que marcaría el tercer mes consecutivo a la baja. La desaceleración no es un hecho aislado: responde, en gran medida, al deterioro persistente de la actividad industrial, que enfrenta su peor crisis desde los meses más críticos de la pandemia.

En particular, la industria retrocedió 3.0% en términos anuales durante septiembre, acumulando ya siete meses en contracción. Este desplome —el más profundo desde octubre de 2024— refleja no solo fragilidad estructural, sino también impactos externos y decisiones de política pública que hoy pasan factura.

UN TRIMESTRE NEGATIVO: PIB A LA BAJA

Si se confir

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