En la actitud de la señora presidenta (con A) de nuestra honorable república (CSP) cuya honorabilidad –de la República; no de ella--, depende en mucho de los inatacables principios de política exterior, son frecuentes los atropellos a la congruencia, por no decir las rotundas incongruencias.
Pero no es una conducta propia. Es producto de la concepción sobre política exterior de la 4.T en su primero y segundo pisos.
El primer error –sostenido hasta ahora-- consiste en la frase ocurrente para someter los hechos foráneos a la política interna. La mejor política exterior es la política interior. Eso es falso.
En muchas ocasiones las decisiones internas dependen de nuestro entorno geopolítico.
Un ejemplo: la lidia con la migración.
No es consecuencia de nuestra una política interior supues