CANCÚN, QRoo, 21 de octubre de 2025.- Cuando el sol se oculta entre la selva y el viento sopla sobre las ceibas, algunos aseguran escuchar risas diminutas, pasos sin huellas o piedras que se mueven solas. Son señales, dicen los mayas, de que los aluxes, los guardianes invisibles de la naturaleza, están cerca.

En la cosmovisión maya, los aluxes son pequeños seres de barro y maíz que suelen vestirse como los antiguos mayas y habitan en selvas, grutas, cenotes y lugares sagrados para cuidar de ellos por las noches.

Traviesos pero protectores, premian a quien respeta la tierra y castigan a quien la altera sin permiso. Su leyenda cobró fuerza en 1990, durante la construcción del puente Cancún-Nizuc, cuando una serie de incidentes inexplicables como maquinaria descompuesta, concreto que no fra

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