El calzado deportivo dejó de ser solo una herramienta para correr o entrenar. Hoy es un laboratorio portátil de innovación, donde la ingeniería, la biomecánica y la inteligencia artificial se combinan para mejorar el rendimiento, prevenir lesiones y ofrecer experiencias cada vez más personalizadas.
Las principales marcas invierten millones en investigación para crear zapatillas más ligeras , resistentes y “conectadas”. Sensores integrados , espumas inteligentes y placas de carbono son ya parte del nuevo lenguaje deportivo . Modelos recientes incluyen chips que registran datos en tiempo real —distancia, pisada, velocidad, impacto—, los cuales se sincronizan con aplicaciones móviles que analizan el desempeño y sugieren ajustes en la técnica.
Además del rendimiento, la sostenibili