En casa del herrero, cuchillo de palo; o el santo en casa no hace milagros. Cualquiera de estos conocidos aforismos podría aplicarse a las desventuras de la sociedad profesional Lombarte , dedicada a la actividad propia de los gabinetes de economistas, diplomados en Ciencias Empresariales y graduados sociales.
Pues bien, dicha entidad se ha desmoronado en un concurso de acreedores ruinoso. El expediente, que tramita el Juzgado Mercantil número 12 de Barcelona, carece de masa activa y acarrea una deuda incobrable.
A la vista de semejantes resultados, queda patente que la firma no ha sabido asesorarse a sí misma en materia financiera para evitar el fatal desenlace judicial.
Los administradores de este bufete familiar son Julián Lombarte Omella , su esposa Josefa Martínez Mateo y