Son las muy poco rockeras nueve de la mañana cuando Fito Cabrales (Bilbao, 1966) llega con una normalidad desarmante, sin el menor atisbo de estrellato, a pesar de que es capaz de vender medio millón de entradas durante una gira y colocar sus discos entre lo más escuchado del año. Ahora presenta «El monte de los aullidos» (Warner).
Este disco tiene un aire muy crepuscular. No sé si es que está escrito de noche, pero en él hay ataúdes, aullidos...
Ya me he dado cuenta, ya. Yo hace tiempo, desde «Cada vez cadáver», que dejé de totalmente drogarme, beber, fumar... Que no se me hace de día, que no amanezco escribiendo. Cuando estás en modo composición, estás en ello todo el rato, aunque pare y lleve al colegio a mi niña, pero no me quedo de noche. Creo, y no lo digo como un defecto, que me h