En el departamento de Risaralda se registra un promedio de hasta 200 casos mensuales de tráfico de fauna silvestre, incluyendo especies como guacamayas, serpientes y primates, según autoridades locales. Esto convierte a la región en uno de los principales puntos de paso para la fauna ilegal en Colombia.
Ubicado entre la región del Chocó biogeográfico, la Amazonía y la Orinoquía, Risaralda posee una conectividad vial que facilita el transporte ilegal de especies. Las entidades encargadas del control han reforzado su presencia en carreteras nacionales y zonas estratégicas, donde se han decomisado animales exóticos provenientes de otras zonas del país.
La entidad ambiental regional ha implementado operativos permanentes en conjunto con la Policía Nacional de Colombia y el apoyo de vigías am