El futbol africano está de luto. Cheikh Touré , un joven portero senegalés de 18 años, fue asesinado en Ghana tras ser engañado por una red de falsos cazatalentos que le prometieron una oportunidad para probarse en el extranjero.
La policía ghanesa confirmó que abrió una investigación por “muerte sospechosa”, luego de que el cuerpo del jugador fuera hallado con lesiones abdominales en la morgue Ebenezer, en la región de Ashanti, a unos 250 kilómetros de Accra, Ghana.
Sueño convertido en pesadilla
Touré militaba en la academia Esprit Foot, en la ciudad senegalesa de Yeumbeul. Según el Ministerio de Juventud y Deportes de Senegal, el joven viajó a Ghana con la ilusión de realizar unas pruebas en Marruecos, pero fue secuestrado por una red de extorsionadores que exigieron un rescate