La US Navy ha llevado a cabo al menos ocho ataques mortales contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico oriental, enmarcados bajo la lucha contra el narcotráfico y organizaciones armadas con conexiones venezolanas .
En estas operaciones han muerto 34 personas según cifras oficiales, lo que ha desatado cuestionamientos sobre la legalidad de los ataques y la falta de supervisión legislativa por parte del Congreso de Estados Unidos.
El gobierno del presidente Trump desplegó en la región buques de guerra, grupos anfibios y sistemas de vigilancia avanzada, reforzando su presencia militar bajo el argumento de proteger el hemisferio occidental.
Los gobiernos de Venezuela y Colombia reaccionaron con dureza: Caracas denunció una escalada militar y Bogotá acusó directamente a EE. UU