«Estamos muy preocupados», declaró la titular de Santa Catalina a EL CHUBUT. «Ya es permanente, el olor es nauseabundo, como si se tratara de huevo podrido», manifestó la vecina. Recordó que a principios de octubre sucedió una situación semejante, sin embargo, con el correr de los días desapareció; pero «ahora reapareció».
En primera instancia, las vecinales peticionaron al área de Ambiente municipal «muestreos» para conocer el origen de esa sustancia. «Nos dijeron que todo estaba dentro de los parámetros normales, sin dar mayores explicaciones ni mostrar algún informe», expuso Vázquez.
No conforme con ello, «solicitamos a Provincia que hagan lo mismo, pero hasta el momento no obtuvimos respuestas». La realidad «acucia» y «se complica» la cotidianeidad de quienes habitan en las viviendas