Los países de la UE han conseguido superar el veto de Eslovaquia y han pactado el decimonoveno paquete de sanciones contra Rusia, en otra ofensiva contra el sector energético y la flota fantasma de Moscú, es decir, embarcaciones de otros países que usa el Kremlin precisamente para saltarse las medidas coercitivas.
Esta batería de sanciones es probablemente la más amplia desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania y pone el foco en las importaciones de gas natural licuado procedente de Rusia, que quedarán prohibidas en un plazo de seis meses. Además, busca debilitar la llamada flota fantasma incorporando 117 buques adicionales a la lista negra comunitaria, que ahora suma un total de 558 embarcaciones. Las medidas incluyen la denegación de acceso a puertos europeos, límites a las transfe