Tras la orden del juez constitucional Fidel Torres Tasso que disponía la suspensión de los procesos disciplinarios contra la fiscal de la Nación, Delia Espinoza Valenzuela, y su reincorporación al cargo, el país esperaba que la Junta Nacional de Justicia (JNJ) acatara con normalidad una resolución judicial con órdenes de claro cumplimiento en un Estado de derecho. Sin embargo, ha ocurrido lo contrario.
La JNJ ha respondido con una trampa legal, una suerte de obediencia fingida para incumplir el mandato del Poder Judicial.
Bajo un artificio, la Junta busca ampararse en interpretaciones parciales de la resolución judicial, alegando que el juez no dispuso expresamente su restitución en el cargo, sino solo la suspensión de los efectos del proceso disciplinario. Una maniobra de prestidigitaci