“Buenas noches, damas y caballeros. Es un placer estar de vuelta en esta magnífica ciudad de Buenos Aires y actuar para ustedes una vez más. La banda y yo estamos realmente emocionados. Que comiencen los buenos momentos y disfruten de la velada. Con cariño, Rod y la banda”.
La leyenda que proyecta la inmensa pantalla del Movistar Arena anticipa lo que está por suceder. Con extrema formalidad, parte de la calidez con la que construyó esta etapa definitiva de su carrera, Rod Stewart muestra las cartas de antemano. Lo hace con la seguridad de quien tiene años de escenarios recorridos, con ese oficio adquirido en tantas noches de carretera. Pero también, consciente de su traje de entretenedor, se guarda algunos ases bajo la manga con los que va a sorprender a un público que lo ama.
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