Jürgen Habermas sostiene que el mecanismo fundamental de la evolución social consiste en una suerte de automatismo de “no poder dejar de aprender”. Lo que a su juicio requiere explicación es la falta de aprendizaje por parte de las sociedades; y uno de los motivos debe buscarse en las prácticas sociales que se sostienen en pretensiones de verdad no reflexivas. Esto es, aquellas prácticas sociales que responden a apotegmas que se dan por supuestos de manera ingenua y se aceptan o rechazan sin pruebas ni ningún tipo de elucidación meditada y elaborada en base a evidencias. Argentina es un caso extremo de esta falta de aprendizaje, como lo registra la reiteración de experiencias de política económica ya fracasadas que retornan alegando que las experiencias previas no fueron lo suficientem
La fase más delirante del péndulo destructivo de la sociedad argentina

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