El exladrón de joyas Larry Lawton explicó cómo los ladrones del Museo del Louvre de París podrían haber sacado de Francia las joyas robadas el domingo. Sin embargo, los tachó de "aficionados" e "idiotas" por los errores cometidos y la evidencia dejada en el lugar.

El exconvicto estadounidense, que pasó tras las rejas 11 años  luego de ser capturado en 1996, saqueó 25 joyerías en la costa este de EE.UU. en las décadas de 1980 y 1990, consiguiendo un botín total estimado en 18 millones de dólares.

De acuerdo con Lawton, los delincuentes podrían haber escondido las preciosas piezas en sus traseros  para sacarlas de contrabando de Francia. "Espero que tuvieran suficiente dinero para, literalmente, pasar desapercibidos y salir del país", dijo al New York Post. Hablando desde su propia experiencia, se refirió de manera explícita a los métodos de contrabando que, según él, se pueden usar para ocultar y transportar joyas robadas.

Así, sostiene que algunas alhajas pueden desmontarse en partes lo suficientemente pequeñas como para esconderlas en el cuerpo. "Tienes siete pulgadas extra en el ano, y lo sé porque me han metido un cuchillo en el culo", confesó, detallando gráficamente cómo hacerlo.

El neoyorquino, que evadió constantemente a las autoridades gracias a la planificación y la exactitud para cometer los hurtos, considera que los ladrones del Louvre no tienen la misma destreza, y apuntó a la imprecisión que cometieron dejando caer la corona de la emperatriz Eugenia, que fue hallada en los alrededores del museo.

"No son profesionales como yo", se jactó, y agregó: " Robé 25 malditas tiendas y no solté ni una sola joya, ¡y mucho menos una maldita corona!".

Lawton considera que, debido a los errores cometidos, los ladrones eventualmente serán identificados y arrestados  incluso aunque hayan huido de Francia.