Un nuevo escándalo sacude los cimientos de la Iglesia Católica peruana. El obispo de Juli, Ciro Quispe López, fue acusado de llevar una doble vida: mientras predicaba sobre valores cristianos y defensa de la familia, mantenía relaciones sentimentales con más de diez mujeres, entre ellas monjas, novicias y empresarias.

El religioso, ordenado en 2018, enviaba audios y mensajes amorosos por WhatsApp a sus parejas, utilizando expresiones como “mi gorda preciosa” , muy alejadas del lenguaje de un pastor de la fe. Las pruebas —audios, videos y fotografías— fueron recopiladas por las propias mujeres y una exempleada del obispado conocida como Julia, quien decidió denunciarlo ante las autoridades eclesiásticas.

El caso estalló cuando las amantes del obispo coincidieron en su fiesta de cump

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