Cada emisión de Buenas Noches Familia (El Trece) regala momentos de emoción y humanidad al aire , pero también da lugar a esas situaciones inesperadas y llenas de humor que solo su conductor, Guido Kaczk a , sabe llevar adelante con maestría. Lejos del guion rígido y del estudio cerrado, el conductor suele animarse a romper la rutina para acercar la televisión a la gente real, a las casas, a la calle . Y así sucedió nuevamente en una de las últimas emisiones del ciclo, donde un simple juego terminó en una secuencia desopilante cuando él cruzó la calle, visitó vecinos y hasta se subió a un colectivo de la línea 39 .
Todo comenzó con una escena que ya es sello del programa: Guido, acompañado de las cámaras, decidió acercarse a la casa de enfrente del estudio, aquella cuyo