Con apenas 18 años, Leonardo Corvalán llegó a las islas Malvinas como un soldado sin preparación, y meses después regresó como veterano de guerra con una mochila que todavía carga 43 años después. “Uno quedó abrochado en Malvinas, quiera o no”, dice al hablar, lleno de emoción, sobre “Memoria de guerra”, el libro que escribió primero como un desahogo personal y que terminó convirtiéndose en una herramienta educativa para cientos de chicos y maestros.
Su experiencia personal en las islas, detalles del diario de guerra, estremecedoras cartas intercambiadas con su familia, fotos y un diálogo, a merced de la imaginación del lector, entre el Leo de 18 años y el Leo adulto de hoy, casado y padre de cuatro hijos, llenan las páginas de este libro.
Este jueves por la mañana, en el Centro