¿Cómo es posible que un grupo que ha gobernado la Franja de Gaza durante casi 20 años, presidiendo la vida de dos millones de palestinos con mano dura y combatiendo a Israel en repetidas guerras, abandone repentinamente las armas y ceda el control?
A juzgar por el flujo constante de imágenes horripilantes que surgen de Gaza desde que entró en vigor el alto el fuego el 10 de octubre, Hamás parece decidido a reafirmar su autoridad.
Sus hombres enmascarados, de vuelta en las calles, han sido vistos golpeando y ejecutando a sus opositores. Pelotones de fusilamiento improvisados ejecutaron a hombres arrodillados que, según afirman, pertenecen a grupos rivales, incluyendo algunos de los poderosos clanes de Gaza.
Otras víctimas, aterrorizadas, son blanco de disparos en las piernas o son golpea