Redacción/Sol Yucatán

Temozón, Yucatán.- En la pequeña ranchería de X-K’uncheil, ubicada a solo tres kilómetros de la villa de Temozón, se preserva una joya gastronómica y cultural: los dulces de melado, postres tradicionales elaborados por los mayas contemporáneos que siguen conquistando paladares cada temporada de finados.

La historia de estos dulces no podría contarse sin la figura de la señora Petrona Pool Ucan, una admirable abuela maya de 78 años, pionera en la elaboración y venta de estos manjares. Desde hace más de 33 años, doña Petrona ha dedicado su vida a preparar delicias como el dulce de papaya, yuca, calabaza, camote y las tradicionales pepitas de calabaza bañadas en melado, un jugo espeso y oscuro extraído de la caña de azúcar.

Con manos expertas, la abuela también se

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