La ropa de segunda mano dejó de ser un recurso marginal para convertirse en una parte clave del negocio global de la moda. Su crecimiento expuso un cambio profundo en las decisiones de consumo, empujado por el rechazo al fast fashion, la necesidad de ahorro y el deseo de reducir el impacto ambiental. Hoy, comprar prendas reutilizadas es una acción con consecuencias directas en la economía y en el planeta.
Durante 2024, el mercado global de ropa usada creció un 19%, según datos de Forbes , y se espera que represente el 10% del negocio mundial de la moda en 2025. Más allá de una mayor conciencia ambiental, esta transformación responde también a un cambio cultural en la forma de valorar el consumo. La ropa con historia dejó de estar asociada con la escasez o la falta de opciones. Hoy e

Perfil

The Spectator
Newsweek Top
NBC10 Philadelphia Entertainment
The Monroe News