Cartagena se ha vuelto realidad. Una a una, las piedras siguen su andar, cada roca cuenta una historia, un trayecto

“Cartageneros, si Caracas me dio la vida, vosotros me disteis la gloria… ¡Salve Cartagena redentora!” – Simón Bolívar

Una a una, llegaron las piedras a Cartagena. Lentamente, paulatinas; sin detenerse ante adversidades compartidas. Río sólido de minerales en flujo; la historia emana de tus aguas metafóricas. Cada roca cuenta una historia; narra un trayecto. Basta con deambular por calles cartageneras para que el pasado hable a gritos.

En esta esquina, una casa color naranja prístino; sus paredes cubiertas de enredaderas. Sus adentros susurran un amor colonial prohibido; la diferencia racial de la época negando los deseos del corazón.

A unos pasos están los muros protect

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