La cosecha de trigo 2025/26 ha comenzado en Argentina con expectativas de alcanzar cifras récord. Según el Panorama Agrícola Semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el avance en el norte del país ha sido notable, alcanzando ya el 5,3% del área apta. A pesar de las lluvias recientes, las altas temperaturas han favorecido el progreso de la cosecha.

Las proyecciones son optimistas. La Bolsa de Cereales estima una producción de 22 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 18,28% en comparación con la campaña anterior. Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario anticipa que la producción podría llegar a 23 millones de toneladas, igualando el récord histórico de 2021/22.

Los rendimientos en el NOA oscilan entre 8 y 15 quintales por hectárea, superando el promedio de 8,2 quintales de los últimos cinco años. En el NEA, los resultados preliminares indican un promedio de 27,3 quintales por hectárea, lo que casi duplica el rendimiento promedio de la última década. Estas cifras reflejan las excelentes condiciones climáticas que han acompañado el desarrollo del cereal.

A pesar de las expectativas positivas, se han emitido alertas sobre posibles heladas que podrían afectar el llenado de espigas en áreas clave. La Bolsa de Cereales mantiene su proyección de producción en 22 millones de toneladas, aunque los rendimientos podrían verse impactados por el clima.

En cuanto a otros cultivos, la siembra de maíz ha alcanzado el 33,8% de las 7,8 millones de hectáreas previstas, con un avance intersemanal del 4,1%. Sin embargo, se ha identificado una creciente necesidad de lluvias en algunas regiones para mantener el buen estado de los cultivos. Por otro lado, la siembra de girasol ha progresado un 10,9%, cubriendo el 51,2% de las 2,7 millones de hectáreas proyectadas, aunque también se han registrado demoras debido a las lluvias en el sur del área agrícola.

En resumen, la cosecha de trigo en Argentina se perfila como una de las más productivas de la historia, con un panorama alentador, aunque con desafíos climáticos que podrían influir en los resultados finales. La atención se centra ahora en el desarrollo de los cultivos y las condiciones meteorológicas en las próximas semanas.