La semana pasada, Taylor Swift hizo algo muy poco habitual en el contexto de la última década de su carrera: respondió, aunque de forma indirecta, a sus críticos. Y no fue en una canción.

Cuando Zane Lowe, el locutor de radio de Apple Music , le preguntó cómo se sentía por la reacción a su duodécimo álbum original, The Life of a Showgirl, Swift pareció reconocer que su proyecto más reciente no había sido universalmente alabado ni defendido a capa y espada por sus fieles seguidores.

“Respeto mucho las opiniones subjetivas de la gente sobre el arte. No soy la policía del arte”, dijo, y puso los reflectores sobre sus oyentes. “A menudo, un álbum es una forma muy loca de mirarte a ti misma, ¿no? Lo que estás pasando en tu vida afecta la manera en que te identificas con la música que yo e

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