Los conductores del Metro de Madrid , o maquinistas como se les llama oficialmente, son aquellos trabajadores que hacen que la red de metro madrileña funcione con puntualidad casi matemática. Cada día abren y cierran puertas, comprueban señales, atienden incidencias y, sobre todo, garantizan que todo marche con seguridad. Muchas más labores de las que se piensa, por lo que puede que te surja la duda ¿cuánto cobran los conductores de Metro de Madrid?.
No es un trabajo cualquiera. Requiere concentración, una formación específica y una gran capacidad para mantener la calma incluso cuando algo se sale de lo previsto. En los últimos años su papel ha ido cambiando: ya no sólo conducen como tal, sino que también supervisan sistemas automatizados, coordinan maniobras y reportan incidencias técnicas, de modo que deben tener un sueldo y condiciones acorde a todo lo que hacen. Y parece que de algún modo, ya que los maquinistas del Metro madrileño cuentan con un salario estable, varias pagas extra y complementos que, en conjunto, sitúan esta profesión entre las mejor valoradas del transporte público. A continuación, repasamos cuánto cobran realmente y cómo se compara su trabajo con el de un conductor de Cercanías.
Cuánto gana un conductor del Metro de Madrid
En números redondos y según el convenio que se aprobó este mismo año, un maquinista del Metro tiene un sueldo base de unos 36.000 euros brutos al año . A eso hay que sumar tres pagas extraordinarias, en junio, diciembre y vacaciones, de unos 1.975 euros cada una. Si lo llevamos al mes, hablamos de unos 2.300 euros brutos sin contar los pluses.
Y esos pluses cuentan. Los hay por antigüedad, peligrosidad, nocturnidad o responsabilidad, además de las horas extra. Las horas diurnas se pagan a más de 32 euros y las nocturnas rondan los 40. Una hora de trabajo nocturno normal, sin ser extra, también lleva un suplemento de unos 4 euros. Todo eso, junto con la experiencia, hace que muchos maquinistas superen fácilmente los 40.000 euros al año.
Hablamos además de un empleo estable. Los contratos son indefinidos, la planificación de turnos está muy controlada y la jornada anual no llega a las 1.630 horas. Además, hay descansos obligatorios y una rotación pensada para evitar el agotamiento, especialmente en los servicios de noche o en líneas más transitadas.
Jornada, descansos y jubilación
El trabajo se reparte en turnos rotativos, que pueden empezar antes de las seis de la mañana o acabar pasada la medianoche. No hay dos días iguales, pero sí una estructura muy medida. La jornada anual se reducirá en 2026 a 1.620 horas, un cambio pensado para mejorar la conciliación.
También se cuida el aspecto de los descansos. Quienes hacen turnos nocturnos o en horarios partidos tienen más días de reposo que antes. Son medidas que buscan un equilibrio entre productividad y salud laboral, porque un maquinista cansado puede cometer errores que no se pueden permitir.
En cuanto a la jubilación, se mantiene la posibilidad de acceder a la jubilación parcial desde los 62 años, siempre que se acrediten unos 35 años cotizados. Quienes cumplan los requisitos pueden acogerse a ese sistema progresivo que permite reducir horas sin perder ingresos, una opción cada vez más elegida por los veteranos del Metro.
Diferencias con un conductor de Cercanías
Si comparamos el sueldo de un conductor del metro de Madrid, con el de los conductores de Renfe Cercanías, podemos decir que estos también disfrutan de buenos sueldos, pero el camino para llegar a ese puesto es más largo y caro. Para poder optar, hay que obtener la licencia de conducción ferroviaria, un título que cuesta alrededor de 21.000 euros . Incluye unas 650 horas teóricas, 500 de prácticas y varios exámenes antes de conseguir la habilitación oficial.
Una vez dentro, el sueldo depende mucho del rango. Un maquinista de entrada gana unos 25.000 euros brutos al año, con pluses y dietas incluidos. A medida que asciende , puede alcanzar los 45.000 o incluso más de 50.000 euros en el caso de los maquinistas jefes de tren , que superan los 4.000 euros mensuales contando todos los complementos. Eso sí, llegar ahí requiere al menos una década dentro de la empresa y superar distintas pruebas internas.
El conductor del Metro, por su parte, tiene un camino más directo: no necesita pagar una licencia privada tan costosa y su progresión suele ser más estable. El entorno de trabajo es distinto, eso sí. Mientras el maquinista de Cercanías recorre largas distancias y está más expuesto a condiciones externas, el del Metro se mueve por trayectos cortos, repetitivos y subterráneos, con un control muy estricto de tiempos y seguridad.
En resumen, los c onductores del Metro de Madrid disfrutan de un sueldo competitivo, horarios más regulados y una estabilidad difícil de encontrar hoy en día. Pero eso sí, no es un trabajo sencillo ni rutinario: exige concentración, resistencia y mucha responsabilidad. Pero es, sin duda, una de esas profesiones que mantienen la ciudad en marcha, aunque la mayoría ni repare en ello cuando el tren llega puntual al andén.

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