Joel Álvarez (23-3) ha aterrizado con paso firme en la división de peso wélter de la UFC . El peleador asturiano, conocido como El Fenómeno , debutó con victoria en su nueva categoría el pasado 12 de octubre en UFC Río , imponiéndose por decisión unánime a uno de los veteranos más respetados de la compañía, el brasileño Vicente Luque (23-12-1) .

El combate, disputado en territorio hostil, sirvió para confirmar lo que muchos intuían: el cambio de división le ha sentado de maravilla. Más sólido físicamente, más rápido y sin el desgaste extremo de los antiguos cortes de peso, Joel ofreció una de las mejores actuaciones de su carrera.

«Puedo mejorar muchas más cosas todavía. Me noté muy rápido en esta división», aseguró el español en declaraciones posteriores al combate para la UFC.

Una victoria que refuerza su nueva etapa

Álvarez no pudo prolongar su impresionante racha de finalizaciones —hasta ese momento había terminado todas sus victorias dentro del octágono—, pero el dominio fue total. En el primer asalto , un golpe curvo de derecha estuvo a punto de derribar a Luque; en el segundo , el castigo fue tan severo que la esquina del brasileño llegó a plantearse detener la pelea.

Sin embargo, el veterano rival aguantó estoicamente y forzó un tercer round en el que Joel optó por controlar el ritmo y asegurar el triunfo en el terreno de la lucha. Una decisión inteligente que confirmó su madurez competitiva.

«Quizás podría haber apretado un poco más, pero Vicente es durísimo. Sabía que no se rendiría fácilmente», reconoció.

Para El Fenómeno , vencer a un rival con el pedigrí de Luque, que hace apenas unos años estuvo cerca de disputar el título mundial, supone un paso adelante en su consolidación como contendiente en las 170 libras .

Adiós al sufrimiento del peso ligero

El cambio de categoría ha sido, ante todo, una liberación física y mental . Los cortes de peso que sufría en los ligeros (155 libras) se habían convertido en una tortura. Cada campamento implicaba semanas de deshidratación extrema, lo que afectaba a su rendimiento, su resistencia y su regularidad.

En el peso wélter, con 15 libras más de margen , el gijonés ha encontrado el equilibrio.

«El cambio de división es para estar activo», explicó tras su debut. «Ahora puedo dar el peso con facilidad, sin castigar mi cuerpo, y eso significa que podré pelear más veces al año».

Menos desgaste significa también más poder físico y mayor durabilidad . Joel conserva su ventaja de alcance y técnica sobre la mayoría de rivales, pero ahora puede explotar su fortaleza natural.

Planes de futuro: Qatar o marzo de 2026

El propio Álvarez confirmó que se encuentra listo para competir de nuevo pronto :

«Si la UFC necesita un reemplazo para el evento de Qatar el 22 de noviembre, estoy disponible», afirmó con una sonrisa.

No obstante, si no surge esa oportunidad de última hora, su regreso podría demorarse hasta marzo de 2026 , ya que en diciembre será padre y quiere dedicar ese tiempo a su familia.

«Hay Joel para rato», sentenció el asturiano, dejando claro que su salto de categoría no es una aventura puntual, sino el inicio de una nueva etapa.

Un futuro en el top 15

La UFC valora muy positivamente el rendimiento del español. Sus combates suelen ser sinónimo de espectáculo, y su estilo agresivo lo convierte en un valor atractivo para la promotora. Por eso, todo apunta a que su próximo rival estará entre los quince primeros del ránking del peso wélter.

Entre los posibles nombres suenan Kevin Holland , Geoff Neal o Daniel Rodríguez , todos ellos peleadores consolidados con los que Joel podría medir su verdadero techo en la división.

A sus 32 años , el gijonés vive su mejor momento profesional. Con experiencia, confianza y un físico adaptado al nuevo peso, El Fenómeno aspira a escalar rápido. Ya fue rankeado en el peso ligero , y su objetivo sigue intacto: luchar algún día por el cinturón de la UFC .

«Este cambio me da nueva vida. Quiero estar activo, seguir mejorando y demostrar que España puede tener un campeón mundial en las 170 libras», afirmó.