Las ciudades colombianas del siglo XXI enfrentan desafíos cada vez más complejos: pobreza, inequidad social, violencias, congestión, contaminación, desigualdad espacial, movilidad deficiente y déficit de espacios públicos de calidad. Frente a este panorama, se hace urgente pensar en alternativas urbanas que reinventen la manera en que pensamos, diseñamos y habitamos la ciudad. En un momento en el que se discuten nuevos Planes de Ordenamiento Territorial y se aproximan debates electorales de alcance nacional, vale la pena reflexionar sobre modelos contemporáneos de ciudad que permitan construir urbes más vivibles, justas y sostenibles.

Las violencias que tanto preocupan en nuestras ciudades no se resuelven únicamente con más tecnología o control policial. También requieren un nuevo urbanis

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