Cada postura tiene defensores apasionados y argumentos que parecen sólidos, aunque en la práctica el resultado depende de múltiples factores personales. No se trata de una fórmula universal, sino de una experiencia que cambia según la intensidad de la rutina, el tipo de comida previa, la hora del día y hasta la predisposición emocional con la que cada persona encara la actividad.

Lo que ocurre en el cuerpo cuando entrenamos sin desayunar

Moverse en ayunas suele asociarse con la idea de quemar grasa más rápido. El razonamiento parte de un punto fisiológico: al no disponer de glucosa proveniente de una comida reciente, el organismo tiende a utilizar las reservas de grasa como combustible. Sin embargo, el panorama no es tan simple.

Diversos especialistas explican que este efecto existe, pe

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