El precio del oro ha subido más de un 55% este año, alcanzando alrededor de 4.350 dólares por onza, su nivel más alto hasta la fecha. El metal precioso ha superado ampliamente a Bitcoin , que ha subido cerca de un 15% en 2025 pero ha caído un 10% en las últimas semanas debido al aumento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
La diferencia entre ambos activos es notable. Mientras el oro marca máximos históricos, Bitcoin lucha por mantenerse por encima de los 110.000 dólares, incluso después de alcanzar los 126.000 dólares a principios de año.
Para los inversores que alguna vez consideraron a Bitcoin como “el oro digital”, esta brecha ha sido frustrante. Sin embargo, algunos analistas creen que la trayectoria del oro podría servir como una hoja de ruta para lo que está por venir en Bitcoin.
El repunte del oro como modelo para Bitcoin
“No mires el meteórico ascenso del oro con envidia, míralo con anticipación”, escribió Matt Hougan, director de inversiones de Bitwise, en una nota publicada el 21 de octubre. “Podría mostrarnos hacia dónde se dirige Bitcoin”.
Hougan explica que el repunte del oro no ocurrió de la noche a la mañana. Los bancos centrales comenzaron a comprar de manera agresiva en 2022, pero la verdadera explosión no se produjo hasta 2025. En cambio, el interés institucional por Bitcoin llegó más tarde, con el lanzamiento de los ETF de Bitcoin al contado en 2024. Si se repite el mismo patrón, la gran subida de Bitcoin podría estar todavía por delante.
Las proyecciones varían considerablemente. Arthur Hayes, Bernstein y Standard Chartered pronostican que Bitcoin podría alcanzar los 200.000 dólares, mientras que 10xResearch considera que las probabilidades de llegar a 140.000 dólares son apenas del 50%. Según la predicción del precio de Bitcoin en CoinCheckup, las nuevas entradas institucionales podrían impulsar la próxima fase alcista de la criptomoneda.
El papel de los bancos centrales
Los bancos centrales han sido una fuerza clave detrás del repunte del oro. Después de que Estados Unidos congelara las reservas de bonos del Tesoro ruso en 2022, las compras oficiales de oro casi se duplicaron, pasando de unas 467 toneladas métricas al año a cerca de 1.000 toneladas, según datos de Metals Focus. Esa cifra es aproximadamente el doble del volumen que adquieren los productos cotizados de oro (ETPs).
Bitcoin, por su parte, aún no cuenta con ese nivel de respaldo institucional. Los ETF ya poseen más del 6% del suministro total de Bitcoin, y las tesorerías corporativas controlan más de un millón de BTC, pero los bancos centrales siguen al margen —al menos por ahora—.
De acuerdo con la previsión del precio del oro en CoinCodex, el metal precioso podría mantener su impulso alcista mientras continúe la demanda de los bancos centrales, con un potencial aumento adicional del 34% en los próximos meses.

Vendedores sensibles al precio y el “momento Oro 2025”
Hougan señala que el oro no despegó justo cuando los bancos centrales empezaron a comprar. Su precio subió de forma gradual: de 1.800 dólares en 2022 a 2.386 dólares en 2024. Solo este año se produjo la escalada que lo llevó a superar los 4.350 dólares.
Según Hougan, la clave fue que, a medida que los bancos centrales seguían acumulando, los inversores más sensibles al precio agotaron su oferta. Una vez que se redujo la presión vendedora, los precios se dispararon.
Bitcoin podría estar atravesando una fase similar. Desde el lanzamiento de los ETF a principios de 2024, las instituciones han adquirido alrededor de 1,39 millones de BTC, más de cuatro veces la cantidad que los mineros han producido. En ese mismo período, Bitcoin ha subido cerca de un 135%.
Si el patrón se mantiene, esos vendedores a corto plazo podrían agotarse pronto. “Mientras persista la combinación de compras institucionales y corporativas, Bitcoin tendrá su propio ‘momento Oro 2025’”, escribió Hougan.
Cuando la fortaleza del oro se convierte en advertencia
No todos ven el repunte del oro como una señal positiva. Mike McGlone, estratega senior de materias primas en Bloomberg Intelligence, advirtió que la subida es “simplemente alarmante”.
“La velocidad de este repunte —un 60% en un año— solo se había visto en 1979”, comentó McGlone en el pódcast The Deep Dive. Aquella subida marcó el final de una era de inflación masiva, justo antes de que el entonces presidente de la Fed, Paul Volcker, elevara las tasas de interés de forma agresiva para contenerla.
“Cuando todos los activos de riesgo rinden peor que la roca, el antiguo almacén de valor, no es una buena señal”, añadió McGlone.
Esta tendencia hacia activos considerados refugio, como el oro o incluso el dinero digital, también se relaciona con un cambio social más amplio hacia una economía sin efectivo. En España, por ejemplo, el debate sobre el fin del dinero en efectivo muestra cómo los métodos tradicionales de valor y ahorro están evolucionando rápidamente.
La conclusión
El repunte histórico del oro en 2025 ha dejado a Bitcoin rezagado, aunque no fuera de juego. Los analistas ven similitudes claras entre el ascenso gradual del oro y la actual fase de acumulación de Bitcoin por parte de ETF e instituciones.
Si el patrón se repite, Bitcoin podría estar simplemente un paso detrás del oro en la línea temporal, en lugar de perder su papel como reserva de valor moderna. Para los inversores que apuestan por la escasez digital, el repunte del oro no parece una advertencia, sino un anticipo de lo que podría venir.

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