Una montaña de más de 2.500 metros, equipo inapropiado y un bebé de 9 meses no parecen la combinación ideal para una excursión de fin de semana. Sin embargo, una pareja decidió escalar el Rysy , una de las cumbres más exigentes del Alto Tatra, sin guía profesional ni preparación adecuada. El resultado fue un rescate de emergencia que, por fortuna, terminó sin víctimas.

El guía de montaña Szymon Stoch se cruzó con la familia durante su propio ascenso y, al ver que no llevaban casco, piolet ni crampones adecuados , intentó convencerlos de regresar. La pareja ignoró sus advertencias y continuó hacia la cima, confiando en el buen clima como único respaldo.

Al alcanzar el punto más alto, los padres se dieron cuenta de que no podían descender por sus propios medios . Fue entonces cuand

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