"La esperanza es lo último que se pierde y confío en que esto se resuelva y lleguemos a un acuerdo", asegura a este periódico Ana Teresa Díaz Sosa, hija de la propietaria de la panadería Miguel Díaz , establecimiento sobre la que hay desde hace una semana un aviso de cierre municipal por carecer de licencia de apertura .
Asegura que para ella ha sido "una sorpresa" y que desde que conocieron la resolución del Consistorio sus abogados están intentando solucionar el derrotero legal en el que se encuentra el negocio familiar.
Ella misma intenta entender lo complejo del caso, un comercio que ha estado abierto de forma ininterrumpida por más de 100 años y sobre el que ninguna autoridad municipal había solicitado antes una regularización.
"En 1920 no existían licencias. Lo que sé es q

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