Entre las obras espirituales y sociales que realiza la Congregación Hermanas Agustinas Recoletas del Sagrado Corazón de Jesús, destaca una labor de profundo significado eucarístico, la elaboración artesanal de las hostias, desde el hostiario ubicado en la sede principal de la comunidad en Los Teques, estado Miranda.

Allí, un grupo de religiosas continúa con amor y dedicación una misión que se remonta a los orígenes de la Congregación, inspiradas en el legado de su fundadora, la beata Madre María de San José, quien consideraba esta tarea una de las expresiones más puras de amor al Santísimo Sacramento.

La hermana Williamni Jiménez, responsable del hostiario, explicó a elsiglo que esta labor tiene un profundo valor espiritual dentro de la comunidad religiosa.

«El hostiario era la activida

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