Gustavo Petro, que se enfrenta a Donald Trump por las acciones militares contra el narcotráfico en el Caribe y el Pacífico, quiso en algún momento de esta semana hacer control de daños diplomáticos, pero después dobló la apuesta y lo llamó “monstruo”. El presidente de Estados Unidos, en respuesta, lo tildó de “hampón” y cortó una importante ayuda financiera. El presidente de Colombia quiere mantener su retórica a pesar de las consecuencias en el mundo real. ¿Son las reivindicaciones políticas una prioridad por encima de la diplomacia, la cooperación y el comercio?
Un repaso de los hechos da cuenta de las consecuencias de la “diplomacia” (o falta de ella) por trinos y declaraciones.
Después de criticar la semana pasada las “acciones violentas” y lo que sería una posible intervención milit